SHOWER RITUALS
¿Qué tal, pinuperxs? Hoy vamos a tratar una cuestión, tan esencial como importante, a la hora de mantener tu cabello PERFECTO, y es que analices si de verdad sabes lavarte bien el cabello. Parece una pregunta obvia, pero puede que después de leer este artículo el sí como respuesta no te parezca tan previsible. Y es que lavarse bien el pelo no solo consiste en masajear bien el champú, sino en aplicarlo en las zonas correctas.
El error más frecuente que cometemos es aplicar el champú directamente en la coronilla: mal hecho, sobre todo si tenemos en cuenta que la base para tener supermelena y para que el peinado quede bien y dure más tiempo, es precisamente, hacer un buen lavado de pelo. Asique entremos en materia:
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LAVADO
Antes de aplicar el champú en el pelo hay que emulsionarlo primero en la palma de la mano para romper la molécula y después dividir su aplicación en tres zonas: primero en la coronilla, después en la nuca y el resto en la zona de las patillas. Y es que aplicar bien el champú no es una cuestión de cantidad (de hecho, es recomendable no excederse para que no se quede apelmazado), sino de calidad de aplicación y de aclarado, paso al que hay que dedicar bastante tiempo para que el pelo quede bien lavado y despegado de las raíces después.
Y a la pregunta ¿es necesario hacer una doble aplicación de champú? Si sale mucha espuma en la primera aplicación, significa que el pelo está limpio y no es necesario volver a aplicarlo. Si sale poca espuma sí es necesario hacerlo porque significa que el pelo no está del todo limpio.
También hay que distinguir según el tipo de cabello: si tu cabello es normal, la frecuencia habitual o recomendada, es cada dos o tres días. Si tu cabello está seco o deshidratado, usa un champú nutritivo y mascarilla, y procura dejar a un lado las herramientas de calor. Aprovecha para nutrirlo con aceites esenciales y mascarillas especificas como las que te recomendamos en el salón. Lavarlo cada tres o incluso cada cuatro días sería suficiente. Sin embargo, si tu cabello es graso, procura aguantar lo máximo posible y recogerlo para evitar estimular las glándulas sebáceas y que produzcan más sebo en el cuero cabelludo.
Es muy importante no dormir con el cabello húmedo o mojado en la medida de lo posible, ya que el cuero cabelludo sufre con la humedad y poco a poco va perdiendo fuerza. Además, al despertar, tendrás la melena mucho más encrespada y llena de nudos.
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CÓMO LAVAR EL CABELLO CORRECTAMENTE:
Lo ideal sería seguir una serie de pasos:
PASO 1: cepillamos el cabello en seco para estimular la circulación sanguínea del cuero cabelludo y conseguir de este modo que el champú penetre mejor.
PASO 2: a continuación mojamos bien el cabello y aplicamos un primer champú con el objetivo de limpiar en profundidad, incidiendo en el cuero cabelludo. Aclaramos y aplicamos un segundo champú, esta vez de forma más superficial.
PASO 3: aclaramos abundantemente y terminamos con un golpe de agua fría para sellar las cutículas y evitar que el cuero cabelludo se engrase.
PASO 4: el siguiente paso es aplicar acondicionador o mascarilla. Intenta hacerlo por pequeñas porciones y dejarlos actuar entre 2 y 10 minutos. Luego aclara con agua tibia.
PASO 5: por último y no menos importante, retiraremos toda la humedad posible con una toalla (a poder ser de microfibra) sin frotar ni retorcer el cabello.
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CÓMO CEPILLAR EL CABELLO PARA NO DAÑARLO:
Te sugerimos que cepilles tu cabello a diario para oxigenarlo y desenredarlo. Hacerlo, además, antes de acostarte (de 15 a 20 pasadas) limpia el cabello y lo deja libre de impurezas y residuos. Asimismo, activa la circulación del cuero cabelludo a modo de exfoliación. Intenta que no esté mojado o húmedo para que no se rompa la cutícula.
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TOALLA:
Este es un punto importante al que no solemos dar importancia. No se trata de que dejes de secarte el pelo con toalla, se trata de encontrar la toalla específica para ello. Podrás pensar que es una tontería pero te aseguramos que no, que si realmente quieres cuidar tu melena, al igual que cambias tu champú por uno más adecuado, toca dejar las toallas de algodón que usas para el resto del cuerpo y empezar a usar toallas de fibras especiales. ¿Por qué son tan importantes? pues porque cuanto más finas son las fibras, más fino es el hueco que queda entre ellas, lo que favorece la formación de canales por los que se va absorbiendo el agua sin dañar la cutícula. Esto hace que el tejido sea capaz de absorber mucha más agua que una toalla normal, secando tu pelo de una manera más eficaz e impidiendo que pase demasiado tiempo empapado de agua. Una solución mucho más respetuosa con tu cabello que merece la pena probar.
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CHAMPÚ EN SECO:
Cuando no dispongas del tiempo necesario para tu ritual en la ducha y necesites refrescar tu cabello, el champú en seco es tu salvavidas.
Tiene distintos usos, como alargar el tiempo entre lavados, texturizar la melena o dar volumen. Las zonas claves son las raíces, las sienes y la nuca. No hay que ser especialmente meticulosx en la aplicación. Puede y debe aplicarse en general por todo el cabello y, si las raíces están grasas, incidir un poco más en ellas. Si se quiere dar volumen, aplícalo en la raíz. Si quieres dar textura, utilízalo como una laca de terminación a lo largo del cabello.
Una recomendación es ir moviendo el pelo con los dedos. Después, tras dejarlo actuar un par de minutos, el ritual puede acabar con un cepillado para eliminar los residuos o incluso directamente con los dedos. Cuanto menos lo cepillemos más mate se mantendrá el aspecto del cabello.
Si tienes en cuenta estos consejos y, además, tienes en cuenta el champú en seco para los días intermedios, ya sabes todo lo que necesitas para tener y mantener una supermelena cuidada y reluciente
¡¡OS ESPERAMOS EN EL SIGUIENTE POST!!
EQUIPO PIN UP